- Entre el 60 y 90% de los niños con bronquiolitis tienen al Virus Sincitial Respiratorio como patógeno primario .
patógenos secundarios
-parainfluenza
-adenovirus
-influenza
-rinovirus
-Mycoplasma neumoniae
fisiopatología
manifestaciones clínicas
cuadro clínico característico
fiebre poco elevada, tos ,dificultad respiratoria progresiva (que suele ser el motivo predominante de consulta).
irritabilidad y dificultad para la alimentación. En casos avanzados pueden aparecer síntomas
como dificultad respiratoria moderada-grave, cianosis y apnea
mediante el examen físico podemos observar signos externos de dificultad respiratoria. Suelen ser llamativas las retracciones subcostales e intercostales por el empleo de los músculos accesorios, e incluso aleteo nasal.
Debido a la gran hiperinsuflación pulmonar, puede observarse un tórax abombado.
Pueden auscultarse disminución del murmullo vesicular, crepitantes al final de la inspiración y principio de la espiración, sibilancias y alargamiento del tiempo espiratorio.
Diagnóstico
El diagnóstico de la bronquiolitis es clínico. La mayoría de autores consideran una bronquiolitis sólo si es el primer episodio de dificultad respiratoria en un lactante, sobre todo si es época epidémica. los métodos de diagnostico se aplican según la gravedad y la necesidad del paciente.
Pruebas complementarias generales
El hemograma suele ser normal o inespecífico. Puede tener utilidad para detectar sobreinfección bacteriana (junto a VSG y PCR).
RADIOGRAFIA
suele mostrar como datos más puntuales una hiperinsuflación pulmonar. A menudo se observan atelectasias laminares o segmentarias, infiltrados perihiliares y en ocasiones infiltrados intersticiales bilaterales.
Diagnóstico etiológico
La forma más rápida (2 horas) y simple es la detección del VRS en moco nasal por inmunofluorescencia directa. También existen métodos para determinar el agente causal de bronquiolitis, pero no son de uso frecuente.
Tratamiento
Tratamiento ambulatorio Suele ser suficiente en las formas leves de bronquiolitis. Se basa fundamentalmente en las medidas de soporte, tales como la hidratación adecuada, tomas/comidas más pequeñas y más frecuentes, lavados nasales con suero fisiológico y aspiración de secreciones, fisioterapia respiratoria, ambiente tranquilo, evitar irritantes como el humo, etc.
Oxígeno
Es el tratamiento hospitalario más útil en la bronquiolitis. Debe administrarse oxígeno humidificado para mantener una saturación de O2 por encima del 94 %. En los lactantes pequeños siempre debe administrarse caliente. La respiración artificial es requerida en muy pocos casos. Está indicada cuando la PaO2 es menor de 50 y la PaCO2 es superior a 75. Muy pocos niños acaban necesitando ventilación mecánica cuando el tratamiento de soporte es adecuado. Las indicaciones más frecuentes para intubación en estos niños son las apneas recurrentes con caídas de la saturación y el fallo respiratorio con acidosis o hipoxia a pesar del tratamiento con oxígeno.
Succión nasal
Es usada frecuentemente para aliviar la obstrucción de la vía aérea superior. Puede causar bienestar al paciente y permitir una mejor alimentación. Sin embargo, la succión excesiva puede estar asociada a edema nasal y llevar a una obstrucción adicional.
antibióticos
El uso rutinario de antibióticos carece de efectos beneficiosos, no sólo en la bronquiolitis sino también en la neumonía por VRS. Por lo tanto, no está recomendada su administración sistemática en estos pacientes, y su indicación únicamente está justificada ante la sospecha o presencia de una coinfección bacteriana.
terapia respiratoria
Las técnicas de vibración y percusión, no disminuyen la duración de la estancia hospitalaria ni la necesidad de oxígeno pero pueden ser útiles junto a otros métodos( lavado nasal) para permeabilizar la vía aérea .
el acompañamiento de terapia respiratoria fomentado educación a padres sobre el cuidado integral el tratamiento ambulatorio de los niños y la prevención de infecciones respiratorias.
prevención
Medidas higiénicas Los niños con bronquiolitis son la principal fuente de transmisión de la enfermedad, especialmente durante los primeros días cuando tienen fiebre y síntomas de catarro como la tos y los estornudos. Las secreciones de la boca y la nariz pueden ser contagiosas durante una semana o más. Se sabe que distancias de 2 metros pueden ser protectoras. El virus sobrevive unas 7 horas en las superficies y 1-2 horas en los tejidos12. Las medidas preventivas más importantes incluyen no exponer al humo del tabaco, evitar ambientes como la guardería en épocas tempranas de la vida y lavado de manos sobre todo durante la época epidémica.
A nivel hospitalario se recomienda el lavado minucioso de manos, el uso de mascarillas y batas, el reagrupamiento de los enfermos y la limitación de visitas externas.